Ningún blog sobre Polonia que se precie puede funcionar si no menciona la cocina polaca. Puede que nuestros editores no sean expertos cocineros, pero sobre los secretos lingüísticos de la gastronomía polaca pueden hablar horas y horas.
Comencemos con un plato que ha estado reinando en las mesas polacas durante siglos: los famosos “pierogi”.
¿Qué son los “pierogi”? (Además de ser la cosa más rica del mundo entero…)
Hoy en día, se consideran el plato típico polaco. Sin embargo, resulta que la idea de llenar trozos de pasta con diferentes tipos de relleno y cocinarlos proviene de China, desde donde llegó a Polonia a través de Rutenia.
Inicialmente, se llamaban “pirogi” (en singular – el “piróg”). Su nombre – proveniente de la palabra protoeslava “pir”, es decir “fiesta” – ya nos indica que principalmente se preparaban solo para ocasiones especiales. Tales “pirogi” festivos diferían en sabor y forma y tenían sus propios nombres, por ejemplo, “kurniki” (gallineros): preparados para las bodas, siempre con la adición de carne de pollo; “knysze” – servidos durante la comida después de los funerales o “koladki” – horneados en enero, durante el período de villancicos.
En el menú de los restaurantes regionales polacos encontraremos muchos tipos de “pierogi”: hervidos, horneados, fritos o a la parrilla, salados o dulces (generalmente con fruta). Rellenos de carne o chucrut con setas… Tantas variedades de “pierogi”, cuántas regiones de Polonia. Sin embargo, casi en todas partes el primer lugar lo ocupan “pierogi ruskie”. Su masa se prepara a partir de harina, agua y sal (a veces también huevos), y se extiende hasta un grosor de aproximadamente 2 milímetros. Luego se rellena con una mezcla de requesón, puré de patatas, sal, pimienta y cebolla frita y se hierve en agua. El plato se sirve con manteca de cerdo, cebolla frita o crema agria. Su nombre no deriva, como a menudo se piensa, de Rusia, donde este tipo de “pierogi” no es muy conocido, sino de la Rutenia Roja (“Ruś Czerwona”), es decir, el noroeste de Ucrania y el sureste de Polonia.
Escribiríamos más, pero los “pierogi” no se harán por sí solos. ¡Smacznego!