Rojo, blanco, con patatas, con judías, lituano, navideño… ¡barszcz! Esta famosa sopa es un plato único en la tradición culinaria polaca. Hasta se mereció tener su dicho popular, aunque pocos polacos saben de dónde proviene.
Barszcz
El “barszcz czerwony” (rojo) hecho de remolacha y “barszcz biały” (blanco), similar a la sopa “żurek”*, pero preparado a base de harina de trigo (y no centeno) son platos que vale la pena conocer. Especialmente cuando se visita Polonia durante la temporada navideña. Ambas sopas se pueden encontrar en la mesa tradicional de Nochebuena en muchas regiones del país. Sin embargo, siempre en ayunas: “barszcz” rojo con tortellini rellenas de champiñones y “barszcz” blanco p.ej. con patatas o judías. El nombre de la sopa proviene de la palabra alemana Bürste, que significa cepillo debido a la forma de las hojas de remolacha.
Haciendo compras en Polonia, podemos escuchar que algo es muy barato o barato como sopa de remolacha (“tanie jak barszcz“). Este dicho tiene una larga historia que pocas personas conocen. Sus orígenes se remontan a 1910. Aquel año, Stanisław Strójwąs, un conocido comerciante de especias, abrió una pequeña fábrica en Varsovia. La principal especialidad de su empresa era la producción de “barszcz” en polvo. Antes de que a Don Stanisław se le ocurriera esta idea, la sopa se vendía solo en botellas, en forma líquida, y por tanto era bastante cara. Debido al moderno método mecanizado de secado y empaque de “barszcz” en polvo, su producción generó costos muy bajos. Como resultado, el precio final de este producto también fue bajo. Aquí es donde nació el dicho: tan barato como el barszcz de Strójwąs. Cuando el invento del comerciante de Varsovia se hizo popular en toda Polonia, el dicho se redujo simplemente a barato como el barszcz.