CZEŚĆ! (2)

¿CAFÉ O TÉ?

“Kawa czy herbata?” no es solo el título del primer programa matinal de la televisión polaca. Esta es la pregunta que siempre escuchamos cuando vamos a visitar a alguien. Y la respuesta no es tan simple. Ambas bebidas ocupan un lugar muy especial en el menú polaco. Veamos qué vale la pena saber antes de decidirnos por una de ellas.

La mayoría de las lenguas indoeuropeas llaman a esta infusión vivificante con las palabras derivadas de las voces chinas o chá. El idioma polaco es único en este sentido. El té polaco – “herbata” es una combinación de las palabras latinas herba (hierba) y thea ( latinizado).

El té llegó a Polonia en 1664. Lo menciona por primera vez nada menos que el rey polaco Jan II Kazimierz en la carta a su esposa, Ludwika Maria. Inicialmente, fue tratado como una hierba medicinal. La costumbre de tomar té se extendió solo en la segunda mitad del siglo XVIII (favorecida por las buenas relaciones comerciales entre Polonia e Inglaterra). Pero debido a su alto precio, se tomaba solamente en la corte real, en las casas de la nobleza rica y de la burguesía. Gracias a numerosos contactos con Rusia, para describir el té se usaba también el término czaj. De aquí las palabras, todavía en uso, como “czajnik” (recipiente para hervir agua) y “czajniczek” (recipiente para hacer té).

CAFÉ

El nombre “kawa” probablemente proviene del árabe kahwa. Penetró en el polaco, así como en la mayoría de los idiomas europeos, a través del turco kahve. La bebida apareció en Polonia después de la batalla de Viena en 1683, donde las tropas polacas dirigidas por el rey Jan III Sobieski derrotaron al ejército otomano. Anteriormente, solo se conocía en algunas regiones de Polonia, generalmente a través de los contactos con la población turca. Un buen ejemplo es el de la fortaleza Kamieniec Podolski (actualmente ubicada en Ucrania). Después de que los turcos asediaron y tomaron la ciudad, se abrieron las primeras cafeterías, donde los residentes polacos pudieron familiarizarse con el café. Sin embargo, al principio, la nueva bebida se consideró desagradable e incluso dañina. Hoy en día nos resulta difícil imaginar un día sin una taza de café. La de la mañana quita los restos del sueño, pero los polacos a menudo toman café también por la tarde. Una quedada en una cafetería sirve como pretexto para reuniones sociales que pueden durar horas. De ahí la popularidad del café americano o del café con leche tomado en una taza alta. Tampoco es una casualidad que los polacos no tomen café, sino que lo beban (“piją kawę”).

Le dejamos con un pequeño glosario de palabras que probablemente le resulten útiles cuando visite una cafetería o salón de té polaco:

biała kawa (café blanco) – café con leche o crema

czarna kawa (café negro) – café sin leche ni crema

herbata z prądem/góralska (té con electricidad/de las montañas): té con vodka, licor o ron

inka/kawa zbożowa – es una bebida de cereal tostado, sin cafeína o teína

plujka (pluć = escupir): es café o té con posos, preparado en un vaso

lura – café o té débil

mała czarna (café pequeño negro) – espresso

szatan/siekiera (satanás / hacha) – café o té muy fuerte