Otra vez empieza el verano y Polonia es un gran destino para las vacaciones. Variada, con maravillas naturales y hermosas ciudades. En cada una de ellas a los turistas les esperan numerosas atracciones y leyendas que hablan de sus orígenes y también de sus nombres. Unas más ciertas que otras…

Hoy, os presentamos la primera parte de la guía lingüística de las ciudades polacas. ¡Bienvenidos!

VARSOVIA CON UN ERROR

Érase una vez un pobre pescador Wars. Con su esposa Sawa vivían en una pequeña cabaña a la orilla del río Vístula. Un día, no muy lejos de allí, se organizó una cacería durante la cual el príncipe Ziemomysł, el señor de los bienes circundantes, se perdió en el bosque. Después de mucho tiempo vagando sin tener la menor idea de dónde estaba, cansado y hambriento, Ziemomysł llegó al río Vístula y a la cabaña del pescador. Wars y Sawa acogieron a un desconocido. Por la mañana, el príncipe agradecido dijo: “¡Oh, buena gente! No habéis dudado en llevar a un extraño debajo de vuestro techo y lo habéis salvado del hambre, del frío y tal vez incluso de los animales salvajes. Es por eso que estas tierras serán por siempre vuestras, para que vuestra bondad no sea olvidada.

Esta es solo una de las leyendas que intentan explicarnos el origen del nombre Warszawa. Otra informa de que Wars y Sawa eran los hijos gemelos de los pobres pescadores. Según otra, Sawa era una sirena que por su amor hacía Wars renunció a su vida bajo el mar…  Hay una constante que conecta a las distintas versiones – todas afirman que el nombre de la ciudad es una combinación de los nombres de sus protagonistas.

Lamentamos tener que desmentir esta creencia popular. La verdad es mucho más prosaica. Warszawa proviene del nombre muy aburrido y muy popular en la Edad Media: Warcisław y, para ser preciso, de su diminutivo Warsz. En los documentos del siglo XIV se pueden encontrar los nombres Warseuiensis, Varschewia, y en el siglo XV aparece Warschouia, seguido de Warszewa, que significa, ni más ni menos, “la propiedad de Warsz”.

¿Por qué finalmente se cambió el nombre de Warszewa a Warszawa? Esto se debió a que en la región de Mazovia, en muchas palabras, en lugar del sonido /a/ se pronunciaba el /e/, por ejemplo: “jegoda” en lugar de jagoda, “rek” en lugar de “rak”, “wiedro” en lugar de “wiadro”.  Warszewa parecía ser una de estas formas dialectales, es decir poco elegante, es decir no digna de la capital del nuestro país. Por lo tanto, se reemplazó por supuestamente correcta, pero absolutamente errónea desde el punto de vista lingüístico: Warszawa.