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Uno de los rasgos más característicos del idioma polaco, y sin duda el más llamativo, es la existencia de una serie de letras difíciles de encontrar en el alfabeto latino. ¿De dónde vienen? ¿Cuándo aparecieron? ¿Y por qué existen?

De eso hablaremos en la entrada de hoy. Al final, ponemos dos tutoriales preparados amablemente por Raúl Redondo, que responderán a la pregunta más frecuente de todos los estudiantes del polaco sobre la ortografía de nuestro idioma, es decir, ¿cómo configurar un teclado polaco en un equipo español?

 

Todos recordamos que el polaco pertenece a la familia eslava. Nuestros primos son los idiomas: búlgaro, ucraniano, bielorruso, serbo-eslovaco, macedonio, por supuesto ruso, pero también checo, eslovaco, casubio y esloveno. Es fácil ver que estos idiomas se pueden dividir en los que usan el alfabeto latino y los que usan el alfabeto cirílico. Su nombre se refiere al Apóstol de los Eslavos: Santo Cirilo, quien junto con su hermano Santo Metodio, introdujeron el eslavo en la liturgia ortodoxa.

Polonia, sin embargo, como antes Chequia, fue bautizada en el rito latino. Fue este hecho el que resultó en la adopción del alfabeto latino y… el comienzo de todo este lío ortográfico. El alfabeto latino constaba de 24 letras. A modo de comparación, el primer alfabeto que representa los sonidos típicos eslavos, llamado glagolítico, constaba de 41 caracteres. Demasiado para el pobre latín. Así que al principio los polacos escribieron como pudieron, sin reglas específicas. Una letra podría significar varios sonidos diferentes, por ejemplo, “d” podría leerse como /d/, /dz/, /dź/ o /dż/.

En 1440, en el primer tratado de ortografía polaca, el profesor de la Academia de Cracovia, Jakub Parkoszowic, postuló que cada sonido debería tener su propio signo. Le debemos otra revolución ortográfica de los años 30 del siglo XVI a Stanisław Zaborowski. Fue él quien introdujo “ż” y “ł”, así como las tildes en las consonantes suaves (“ć”, “ń”, “ś”, “ź”). Cabe mencionar que en este período la letra “u” al principio de una palabra se escribía como “v”, y la combinación /ks/ se escribía como “x”. En el alfabeto polaco contemporáneo, estas dos letras, así como la “q”, no aparecen (salvo en palabras extranjeras). Los signos diacríticos no se hicieron realmente populares hasta el siglo XVIII. Algunos temas controvertidos se siguen debatiendo hasta el día de hoy.

Como puede ver, la creación de la ortografía polaca fue un proceso complejo y duradero. Y aunque hoy en día rara vez somos capaces de explicar por qué una palabra determinada se escribe con una tilde, con un punto o con una cedilla, hay cierto método en esta locura. La ortografía polaca realmente muestra cómo solíamos pronunciar ciertos sonidos. Entonces, con la mano en el corazón, podemos decir que las palabras en polaco se escriben como se leen… o como solían leerse hace siglos.

Cómo instalar el idioma y el teclado polaco en Windows y Mac 

autor: Raúl Redondo