¿Alguna vez has leído nuestro blog y has pensado entre ti: “es imposible”, “no me lo creo” o “alguien aquí me está cambiando por un caballo” (“ktoś mnie tu robi w konia”)? Bueno. Somos conscientes de que las historias sobre el idioma polaco pueden parecer “fuera de este mundo” (“nie z tego świata”) y, aunque garantizamos su veracidad, también nos gustaría prepararte para una situación en la que “alguien te esté metiendo en la botella” (“ktoś cię robi w butelkę”).
¿Sabrías qué decirle a una persona que te esté contando milongas? Aquí hay unas cuantas frases útiles para tal ocasión.
Trele-morele
Cuando alguien nos cuenta hechos inventados, falsos, es decir, “trele-morele” (traducido literalmente: cantos de pájaros y albaricoques), podemos responder con desdén: “dylu-dylu na badylu”. Así, le haremos entender que escuchar su historia nos es tan agradable como escuchar un músico malo tocar un violín viejo y estropeado.
Transmitiremos un significado similar diciendo: “tere-fere kuku”. Esta frase aparece en varios juegos y rimas infantiles. Por tanto, como suele ocurrir en estos casos, no es posible traducirla literalmente.
Con “baju, baju, będziesz w raju” (habla, habla, estarás en el paraíso) le responderemos a todos aquellos que intenten convencernos de sus mentiras durante mucho tiempo. Significa lo mismo que: dilo mientras quieras, incluso puedes morir, no me vas a convencer.
Para enfatizar nuestra incredulidad, a menudo usamos gestos. Así que, por favor, no te sorprendas si un polaco, revelando el párpado inferior con un dedo , te pregunta: ¿hay un tranvía aquí? o ¿tengo un tanque aquí? (“jedzie mi tu tramwaj?”, “jedzie mi tu czołg?”). De hecho, lo que quiere decir es que no cree ni una sola palabra tuya.
Por útimo, a las falsas seguridades de que al cien por cien algo va a pasar, podemos responder: “aquí me crecerá un cactus” (“tu mi kaktus wyrośnie”) apuntando con un dedo al centro de una mano abierta y… ¡todo claro!
Nadie más nos intentará vender la moto.