CZEŚĆ! (1)

En el quinto y cuarto milenio a. de C., las tribus que vivían entre Europa Central y Asia Central hablaban un idioma común – el protoindoeuropeo.

Probablemente…

Su existencia sigue siendo solo una hipótesis, ya que, por desgracia, no tenemos de ella rastros escritos. Es una hipótesis muy convincente, respaldada por numerosas similitudes entre idiomas, que parecen muy distantes entre sí, como el lituano y el italiano o el polaco y el español.

¿Alguna vez se han preguntado por qué la palabra polaca “dwa” se parece tanto al “dva” serbocroata, al “dúo” latín, al “du” kurdo y también un poco al “two” inglés?

Puede que no, porque tienen otras preocupaciones… Por suerte, muchos investigadores (incluido uno de los hermanos Grimm, Jacob) sí se lo preguntaron. Después de numerosos análisis comparativos, llegaron a la conclusión de que todas aquellas formas derivan (¡probablemente!) del protoindoeuropeo *duu̯óh. Y hay muchas palabras y estructuras gramaticales sobre las que se puede decir lo mismo.*

Gracias al enorme trabajo de los lingüistas, sabemos que, como resultado de la constante migración de las tribus, el idioma protoindoeuropeo iba cambiando gradualmente. Se crearon dialectos, a partir de los cuales se desarrollaron varios protoidiomas, incluido el protobaltoeslavo. Los pueblos que habitaban los territorios desde el Báltico hasta los Cárpatos y desde el Oder hasta el Bug, comenzaron a emigrar hacia el este y el sur.

A esta movilidad excepcional de nuestros antepasados ​​se debe la división actual de los idiomas eslavos en:

  • eslavos occidentales (polaco, checo, eslovaco, bajo sorabo, alto sorabo, casubio y extintos: polabo, pomeranio y eslovincio);
  • eslavos orientales: ucraniano, bielorruso y ruso;
  • y eslavos meridionales: serbio, croata, esloveno, búlgaro, macedonio.

Sin embargo, antes de que surgiera el polaco moderno, las lenguas del grupo occidental se dividieron en tres dialectos: checo-eslovaco, sorabo y lechítico. Este último fue utilizado por muchas tribus que habitaban los terrenos de Gran Polonia, Silesia, Pequeña Polonia y Mazovia, tribus  consecuentemente unidas por la primera dinastía de los reyes polacos: los Piastas.Y así la formación del estado polaco a principios del primer milenio de nuestra era jugó un papel clave en el proceso de la creación de su idioma. Proceso que continuó durante los últimos mil años y todavía sigue adelante.

CZEŚĆ! (2)

El idioma polaco cambia y se enriquece continuamente, también a través de los préstamos. Algunos de ellos pueden conocer ustedes viendo el siguiente vídeo:

*Como curiosidad, añadiré que unas frases del protoindoeuropeo reconstruido podemos escuchar en la película de Ridley Scott “Prometeo” de 2012.