CZEŚĆ!

Si el termómetro en el exterior de la ventana muestra que la temperatura está peligrosamente cercana a cero, en los anuncios de la tele empiezan a sonar campanillas y el mecánico ya ha llamado dos veces para recordarles que reemplacen los neumáticos de verano, esto significa que el invierno está a la vuelta de la esquina.
Así que ya es hora de sacar gorros y guantes del armario, abastecer la cocina de miel, especias para el pan de jengibre y vino caliente, sentarse a ver el maratón de películas navideñas (Solo en casa 1, Solo en casa 2 …). Y, por cierto, leer sobre el invierno polaco soñando con una navidad blanca.

El nombre de la última temporada no podría ser más claro: invierno (“zima“) es la época en la que hace frío (“zimno”) afuera. Pero, ¿de dónde vienen los nombres de los meses de invierno?

El nombre del mes de diciembre, “grudzień” proviene de la palabra “gruda”, que significa simplemente terrón de tierra helada. Diciembre es una época en la que el campo está cubierto con los terrones de barro congelados. Vale la pena recordar también la frase relacionada con esta palabra. Cuando queremos decir que a alguien se le hace algo cuesta arriba en polaco diremos “idzie jak po grudzie” (literalmente: algo se mueve como por el terrón), es decir avanza con dificultad, causa dificultades, como caminar sobre un terreno irregular o trabajar en un campo helado.

En el caso de enero, el origen del nombre ya no es tan inequívoco como lo fue con diciembre. El nombre “styczeń” puede venir del verbo tocar (“stykać”) ya que es entonces cuando el año viejo y el nuevo “se tocan” y “se encuentran”. Otra hipótesis menciona “tyki”, postes o palos largos que se utilizan para sostener las plantas como judías o tomates. En enero no hay mucho trabajo en el campo y los agricultores utilizaban este tiempo para preparar los postes para que estuvieran listos llegada la primavera. La tercera teoría menciona la palabra “siekać” (cortar) como origen para el nombre “styczeń” relacionando el término con la tala de árboles.

El adjetivo “luty” en polaco antiguo significaba severo o agudo y de ahí el nombre del segundo mes del año; después de todo, febrero suele ser muy frío. Un conocido proverbio polaco dice: “Luty: kuj buty” (febrero: calza tus zapatos) o bien prepárate para las heladas severas. El segundo mes del año tuvo otros nombres en el pasado. Se le conocía como “gromnicznik” (de la fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria celebrada el 2 de febrero) y “mięsopustnik” (de la palabra “mięsopust” – fin del carnaval/comienzo de la cuaresma).