blog małe obrazki (3)

Los ingleses tienen su “middle of nowhere”, los portugueses “onde Judas perdeu as botas”, los españoles “el quinto pino”. ¿Qué expresión usan los polacos para describir algo que está muy lejos? Bueno, tenemos varias para elegir.

Detrás de siete montañas, detrás de siete bosques… así es como suelen comenzar los cuentos de hadas y las leyendas polacas, que describen eventos milagrosos y mágicos y aventuras fascinantes. Sin embargo, los polacos no siempre asocian positivamente los lugares distantes y usan para describirlos expresiones poco cordiales.

La primera de ellas, donde el diablo dice buenas noches (“tam gdzie diabeł mówi dobranoc“), describe un lugar muy lejano y al mismo tiempo olvidado, desatendido. En la base de su creación estaba seguramente la imagen del diablo como un ser que vive en el infierno, es decir, en algún lugar muy lejano, adonde no queremos ir.

Por otro lado, un sitio donde los pájaros (cuervos) dan la vuelta atrás (“tam gdzie ptaki (wrony) zawracają“) no solo es difícil de encontrar, sino que el viaje ni siquiera vale la pena. Es un lugar solitario y poco interesante. Acerca de un pueblo similar, podemos decir de manera más coloquial que es un agujero tapiado (“dziura zabita deskami“) o agujero de pato (“kaczy dół“); allí nunca sucede nada.

Allí donde crece la pimienta (“tam gdzie pieprz rośnie“) tampoco iremos por nuestra propia voluntad. Esta expresión significa muy lejos, precisamente, lo más lejos posible. Viene del alemán (“Wo der Pfeffer wächst”) y habitualmente acompaña al verbo huir. Ahí es donde vamos cuando nos metemos en problemas y necesitamos escondernos para que no nos encuentre nadie.