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Muy a menudo, las palabras más pequeñas e inesperadas son las que más problemas causan a los aprendices del polaco. Hoy echaremos un vistazo a la cortita pero problemática palabra  “a“.

Como letra, la “a” no tiene secretos. La conocemos como la primera letra del alfabeto, la sexta nota de la escala musical y el símbolo de la unidad de corriente eléctrica: amperio (A). En polaco, sin embargo, la “a” también tiene su función en la oración. Y más de una.

Por lo general, la “a” suele conectar oraciones con contenido contrastante, por ejemplo:
“Ona pracuje, a on się obija.”
(Ella trabaja mientras que él se rasca la barriga).
“Intuicja a doświadczenie.”
(Intuición versus experiencia).
También puede unir una expresión incompatible con la anterior:
“Pracował cały dzień, a wcale nie czuł zmęczenia”
(Ha trabajado todo el día, pero ni siquiera notaba cansancio).
En estos ejemplos queda claro que la “a” toma los significados de las siguientes contrapartes españolas: pero, al contrario, sin embargo, contra, etc.

En otros contextos, sin embargo, la “a” no expresa ningún contraste. Puede introducir una frase simplemente para complementar la información anterior o para expresar las consecuencias de lo mencionado antes:

”Był środek lata, a upał był bezlitosny.”
(Era la mitad del verano y el calor era implacable.)
“Ja posprzątam, a ty odpoczniesz.”
(Yo limpio y así tú descansas.)
En estos contextos, reemplazaremos la “a” polaca por la “y” española.