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Hay pocos regionalismos en Polonia que incendien una discusión nacional en torno al idioma tanto como la expresión “wychodzić na pole” (salir al campo). La emplean en el sur de Polonia, para invitar a alguien que salga afuera. Aunque se utiliza en toda Małopolska y en Podkarpacie, un inocuo “pole” se ha convertido en un símbolo de la guerra lingüística entre las dos mayores ciudades: Cracovia y Varsovia. Hay que decir, que en este conflicto en particular, el “resto del mundo” está del lado de Varsovia, eligiendo la forma “wychodzić na dwór”. ¿Quién tiene razón? ¿Qué forma es la correcta? Hoy, queridos lectores, os invitamos a elegir un bando.

“Na pole” vs “na dwór”

El profesor Jerzy Bralczyk, un lingüista muy estimado en Polonia, cuando se le pidió que tomara una posición sobre este controvertido tema, respondió – medio en serio – que hoy ambos términos parecen ilógicos, “porque no hay ni campo ni mansión allí fuera”. Para entender lo que quería decir hay que saber lo que significan exactamente estas dos palabras.

La palabra “pole” proviene del idioma protoeslavo, donde significaba un espacio abierto, vasto y plano. Con el tiempo, se desarrollaron otras connotaciones de la misma y “pole” comenzó a significar principalmente tierra cultivable, un campo. Después de todo, del sustantivo “pole” se deriva el nombre de la tribu Polanos (“Polanie”) que vivían en el territorio de la actual Wielkopolska y se ocupaban principalmente del cultivo de la tierra. Y de allí el nombre de todo un nuevo país emergente: Polonia (“Polska”).

La palabra “dwór”, a su vez, proviene de la misma raíz que la palabra “drzwi” (puerta) y eso es lo que inicialmente significaba. Luego se convirtió en un lugar detrás de la puerta. Bajo la influencia del idioma alemán, “dwór” adquirió el significado de una mansión de un noble, una residencia real o un entorno del gobernante. De ahí que tengamos palabras como “dworzanin” (un cortesano) o “dworny” (cortés).

El profesor Bralczyk, en su respuesta chistosa, se refirió a los significados secundarios de ambas palabras: al “pole” no como un espacio abierto, sino como un campo de cultivo y al “dwór”, no como un espacio fuera de la casa, sino como una corte del gobernante. Y es así como las partes contrarias en el conflicto “pole” vs “dwór” ven este tema, citando las connotaciones secundarias como ilógicas y sin sentido alguno. Sin embargo, cuando volvemos a sus significados originales, es fácil notar que ambos denotan exactamente lo mismo. Ambos términos son igualmente sensatos y motivados.

Dejando de lado la legitimidad de ambas formas, en nuestra elección podemos guiarnos por su alcance. Dado que más personas utilizan la expresión “na dwór”, democráticamente se le debe dar prioridad. Definitivamente es comprensible para más polacos. Si es así, ¿será un error usar la expresión “na pole”? Bueno, no. La mayoría de los lingüistas la considera como regionalismo y, en polaco, los regionalismos no son errores.

Entonces realmente podemos salir… a donde nos dé la gana.