CZEŚĆ!

Este fin de semana, cuando los españoles celebran el día de su Constitución, los niños polacos tienen otro motivo para sonreír. La noche del 5 al 6 de diciembre, un caballero barbudo visita las casas de Polonia dejando regalos debajo de la almohada o al pie de la cama. Así, de esta manera inusual, celebra su onomástica. Estoy hablando de San Nicolás.

Quién realmente trae regalos navideños en Polonia y cuándo lo hace: este es un tema para una publicación separada. Hoy nos centraremos en tres ocasiones en las cuales los polacos decidieron celebrar la onomástica de un santo a lo grande: andrzejki, Barbórka y mikołajki.

Andrzejki

Celebrados en la víspera del día de San Andrés (el 30 de noviembre), andrzejki son una gran oportunidad para conocer el nombre del futuro esposo o esposa o simplemente descubrir lo que nos espera en el futuro. Hay muchas formas de hacerlo, pero el método más popular es derramar un poco de cera caliente sobre el agua fría (frecuentemente por el hueco de la  cabeza de una llave). Según la forma en la que la cera se solidifica podemos fácilmente adivinar nuestro futuro.

Barbórka

Si conoces a alguna Bárbara, no olvides desearle todo lo mejor (wszystkiego najlepszego) por su onomástica el 4 de diciembre. Haz lo mismo si tienes en tu entorno a algún minero. Barbórka es una gran fiesta, celebrada especialmente en Silesia, donde los mineros polacos agradecen a su santa patrona por su protección. Por cierto, Bárbara no solo es la santa patrona de los mineros, sino muchas otras profesiones difíciles, por ejemplo de obreros siderúrgicos, balseros, marineros, pescadores, soldados, canteros…

Mikołajki

¿Te suena un anciano vestido de rojo con barba que prepara una lista de niños buenos y malos, la revisa dos veces y sonríe con picardía mientras se precipita en un trineo tirado por unos renos? ¿Sí? Pues no se trata de él. Celebramos mikołajki en honor a San Nicolás (święty Mikołaj), obispo de Mira. Desde la Edad Media, en vísperas del 6 de diciembre, San Nicolás trae regalos a los niños, pequeños obsequios, juguetes y, sobre todo, dulces. En muchas escuelas, unos días antes se organizan sorteos en los que los niños eligen un nombre de un compañero a quien luego van a regalar algo pequeño.