CZEŚĆ! (3)

En el post de hoy, solo trataremos una palabra. ¿Es posible? Pues sí, porque la palabra en cuestión es:

interesante

¿Qué tiene de interesante la palabra interesante (“ciekawy”)? Empecemos por su origen. El adjetivo “ciekawy” deriva del verbo “ciekać” (del proto-eslavo *těkati) que significa “correr rápido, apresurarse, precipitarse“. El verbo “ciekać” todavía se usa, con desprecio, en la región de Łódź para referirse a caminar rápido. En polaco estándar, muchas otras palabras provienen de la misma raíz, por ejemplo, los verbos “uciekać” (huir) y “przeciekać” (filtrar), los sustantivos “wycieczka” (excursión) o “ścieki” (alcantarillado). Y también el adjetivo “ciekawy“, que inicialmente describía a alguien o algo rápido (un cobarde tiene piernas interesantes = rápidas, tiempo interesante = tiempo que pasa rápido). A partir del siglo XVIII cambió ligeramente su significado para describir a alguien precipitado (en sus acciones siempre fue interesante = impetuoso), y luego a alguien de ingenio rápido, entusiasta. De este último, estamos a solo un paso del significado actual de la palabra: curioso, interesado e… interesante.

¿Cómo usar esta palabra? Al igual que en español, podemos decir “to bardzo ciekawy film” (es una peli muy interesante), pero también “jestem ciekawy, jak ta książka się skończy” (tengo curiosidad de cómo terminará este libro).

Cabe mencionar que en el diccionario de la lengua polaca también encontraremos la palabra “interesujący” (interesante). Es un sinónimo de la palabra “ciekawy” pero se considera más elegante y culto. Además, cuando queremos felicitar a alguien por ser una persona que merece la pena conocer, es mucho mejor usar la palabra “interesujący“, porque “ciekawy” tiene el mismo significado ambivalente que la palabra española: curioso (Anna es una persona curiosa suena bastante ambiguo).

Interesante, ¿no?